«Respira y cuenta hasta 10 antes de hablar» esta frase la hemos escuchado de niños. Y es que parece ser que se nos fue olvidando al pasar los años. Vamos creciendo y en el camino comenzamos a tomar acción basados en nuestros miedos, juicios, creencias y todo ese mundo emocional que a cada uno nos acompaña.
La mayoría de conflictos en el mundo se originan por el ego, el «yo tengo la razón», «es mío», «yo primero» y podría seguir listando. Del otro lado encontramos el amor y desde ahí la elevada consciencia y felicidad. Desde ahí que decimos que el amor mueve al mundo (ojalá así sea).
Antes de tomar una decisión pregúntate desde dónde viene: ¿Desde el ego o desde el amor?
A continuación, quiero compartir contigo 3 acciones claves que puedes empezar a realizar desde tu posición para gestionar el conflicto en un intercambio acalorado:
1. Escucha, respira y responde
Escucha conscientemente al otro: observa sus gestos, su mirada, su tono de voz el detalle de cada palabra y muestra un interés real en lo que te dice. Respira profundamente para digerir esta información, toma como referencia palabras claves que utilizó y brinda una respuesta justa y segura. Responde en vez de reaccionar.
2. Una pausa necesaria
La regla del silencio incómodo es una herramienta aplicada por muchos líderes a nivel global. Es importante tomarte el tiempo necesario antes de poner tus palabras sobre la mesa. Piensa en el resultado a largo plazo y evita pisar el palito por los resultados a corto plazo (que generalmente vienen desde el ego mal gestionado).
Steve Jobs una vez tardó casi 20 segundos en responder a un ataque personal, dando una respuesta perfecta. Estaba en un escenario cuando se la hicieron; bebió un sorbo de agua, quedó pensando unos segundos…, otros segundos de reflexión… hasta que arrancó. Primero le dio la razón (en parte) a su interlocutor. Luego explicó el panorama general de la situación, destacó sus logros sin olvidar sus vulnerabilidades, aplaudió a su equipo y terminó con una motivación que ganó los elogios del público. (Fuente: Forbes)
3. Observar belleza de todo ante ti
No es nada mítico. Sino más bien es mirar en perspectiva:
- El mundo emocional del otro y reconoce desde dónde viene la información que te trae: desde el miedo, desde la frustración, etc.
- La situación. No es contra ti ni contra la persona. Orientación a la resolución del problema.
- El problema. Cuando lo tenemos muy cerca se nos dificulta ser proactivos para encontrar solución y tendemos a ser más bien reactivos lo que generalmente nos trae un conflicto sobre el conflicto.
- El lado bueno de las cosas. Acentúa lo positivo.
- Tu responsabilidad. ¿Qué puedes hacer mejor desde tu posición?
- El aprendizaje. ¿Qué aprendemos de esta situación?
En definitiva, con información podemos hacer las cosas mejor. ¿Qué te parece? Cuéntame que me encanta leer lo que comparten.
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