El «parálisis por análisis» todos lo hemos sentido en algún momento de nuestra vida sin siquiera ponerle esta etiqueta. Hace referencia a esa duda recurrente antes de tomar una decisión. Esta puede ser a corto, mediano o largo plazo. Vienes pensando mucho rato en enviar ese correo o no, en solicitar esa reunión, en postular a ese empleo o dejarlo para otro día, piensas en trabajar en tu marca personal pero «mejor después» y… así en situaciones diversas en la vida personal y profesional.
La procrastinación es el asesino natural de la oportunidad
En pocas palabras, el «parálisis por análisis» es ese bloqueo que se produce cuando nos quedamos analizando entre diversas opciones todo lo que podría pasar sin optar por ninguna decisión.
Este escenario puede que se le presente a diversas personas. Sin embargo, es mucho más recurrente en aquellas que tienen un perfil más analítico y dubitativo:
- ¿Estudias todas las opciones al detalle?
- ¿Requieres de la aprobación de otras personas para tomar una decisión?
- ¿Dudas en cada paso?
Si tu respuesta a estas 3 preguntas fueron «SÍ» pues puede que tengas tendencia a caer en el parálisis por análisis.
Entonces, ¿Cómo podemos superar estas situaciones? A continuación, comparto 6 acciones concretar a tomar en cuenta de aquí en adelante:
1. Tomar consciencia
Es necesario tomar consciencia de lo que es realmente importante para ti. Muchas veces esta situación surge porque nos olvidamos de nosotros mismos por tratar de cumplir expectativas del entorno o de personas que son figuras de autoridad en nuestra vida, empezamos hacer caso a la validación de otros. En ese proceso dejamos de sentirnos merecedores de ciertas cosas porque no somos como tal o cual persona. La parálisis por análisis surge cuando nos olvidamos de nosotros mismos simplemente por tratar de ser como alguien más. Es muy fácil caer en el condicionamiento de otros y sentir que nuestra vida carece de sentido. Es por eso que muchas veces la gente prefiere estar distraída y no presente. Algunas invitaciones que te pueden ser de utilidad en este punto:
- Conecta con tu autenticidad
- Practica meditación y atención plena
- Enfócate en este momento presente
- Reencuéntrate con lo que es realmente importante para ti
2. Reconoce tus prioridades
Pregúntate: «¿Lo que estoy postergando es realmente importante para mi?» Nosotros queremos hacer muchas cosas, podemos tener metas, objetivos e intenciones pero de pronto lo estamos cambiando constantemente. Es en ese proceso que terminamos concretando nada. Queremos muchas veces la perfección de lo que estamos haciendo, no queremos equivocarnos y controlarlo todo: el resultado, lo que las personas piensan y lo que nosotros pensamos. Entonces, empezamos a limitar nuestras opciones. Muchas veces nos enfocamos en concretar algo que no es realmente significativo para nosotros pero sí para el entorno. Es ahí cuando debemos de tomar acciones correctivas:
- Define qué es lo que quieres lograr
- Reconoce tu propósito
- Reconoce tus objetivos procesos o pasos pequeños
3. Define una agenda con tus objetivos
Es importante que asignes una fecha y horario de inicio y final a esta tarea u objetivo. Si no lo programas, probablemente seguirás utilizando tu tiempo en otras actividades ya que «el día a día te gana». No dejes que eso te pase más. Si en el punto anterior te diste cuenta que es realmente importante entonces puedes establecer un tiempo en tu agenda. Si no lo consideras importante, entonces ¡Qué gran noticia! lo más valioso es darnos realmente cuenta. Algunas veces estamos dedicándole energía al pensar en algo que finalmente no era tan importante como creíamos en un inicio.
4. Desapégate del resultado
Muchas veces es el miedo al resultado lo que desencadena esta situación. ¿A quién le gusta caer en el error? pues, a nadie. Muchas veces rechazamos la posibilidad de fracaso dentro sin darnos cuenta que en ese proceso probablemente también estemos rechazando la posibilidad de lograr que todo salga bien. Más allá del resultado, recuerda que la vida es una colección de aprendizajes asique disfruta de la tuya todo lo que puedas.
5. Cuida la información que ingresa a tu sistema
Limita todas las fuentes de información una vez que tomas una decisión. ¿Cuántas veces estamos conectados a la red? Notificaciones, llamadas, mensajes, videos, audios. Pareciera que no pudiéramos dejar de estar conectados a la red ni 10 minutos. La necesidad de tener algo que nos distraiga de manera constante e inmediata. Si consumes noticias, información, videos y audios puede que tengas mucha información y, si bien es cierto, puede que tengas un conocimiento válido pero ¿De qué sirve tener todo este conocimiento si no lo llevas a la acción? Tu mente es un campo fértil, todo lo que estés sembrando ahí va a generar algo. Muchas veces lo que le estás dando es tanto que no puedes tomar una acción determinada y eso te empieza a paralizar.
6. Aprender a desaprender
LA capacidad de desaprender no es fácil. Todos accionamos basados en un conocimiento previo naturalmente. Tenemos gran cantidad de datos, información todo eso al mismo tiempo de pronto vas a empezar algo pero te vas a un pensamiento y luego a otro y no tomas una decisión determinada. Recuerda no ser aprensivo a lo que se sabe:
- Activa tu lado de maestro y de aprendiz
- Dejar ir ese aprendizaje que no te agrega valor y fluye dándole la bienvenida a lo nuevo
- Vuelve a lo esencial y disfruta
- Deja de lado aquellas cosas que generan estrés
- Vuelve al placer de recompensa
- No te enfoques todo el tiempo en lo que va a suceder a futuro
- Divide el gran objetivo en pasos pequeños
- No te enfoques en lo que sabes y/o lo que crees que va a pasar
- Regálate la oportunidad de disfrutar por hacer esas pequeñas acciones o tareas sin tener grandes expectativas
Entonces, en ese proceso, ese parálisis por análisis ya no va a estar. Disfrutar el simple hecho de empezar y continuar.
En conclusión, recuerda estar consciente y presente, darle espacio a tus prioridades, limitar la sobre carga de información y activar la mirada de aprendiz.
Si llegaste hasta aquí cuéntame, ¿Qué te pareció esta información? Si quieres saber más, recuerda que puedes reservar tu primera sesión de coaching gratuita. ¡Estaré feliz de verte!