Mi aprendizaje sobre Inteligencia Emocional con Daniel Goleman (evento WOBI)

La Inteligencia Emocional es el resultado de la coordinación ágil entre los centros emocionales y el centro ejecutivo de nuestro cerebro.

Daniel Goleman
WOBI. Daniel Goleman. Diciembre 2020.

Hace unas semanas tuve la oportunidad de asistir al evento organizado por WOBI donde Daniel Goleman compartió sobre Inteligencia emocional. ¿Cómo me lo iba a perder? Debo admitir que sueño con un evento así presencial pero agradezco cada momento en el que pude aprender un poco más de él y así compartir con ustedes a través de los programas de coaching individual, programas de desarrollo para ejecutivos, la comunidad de Profesionales con propósito y este blog que cada entrada está inspirada en cada persona que me ha tocado conocer hasta hoy.

La Inteligencia Emocional hoy es más valorada que nunca. Pues el conocimiento técnico o las hard skills ya no son suficientes. Es valioso reconocer que el experto técnico siempre será necesario pero será fácilmente reemplazable si no cuenta con una gestión emocional bien desarrollada.

El contexto nos enfrenta a una nueva realidad y ella trae consigo una serie de retos emocionales que impactan en nuestro desarrollo personal y profesional. La manera en cómo interactuamos tuvo un cambio, ahora estamos virtualmente conectados y es un reto generar vínculos a través de la pantalla. Los estudios revelan que cuanta mayor Inteligencia Emocional tengamos mejor vamos a responder ante las situaciones de estrés (inclusive, como lo que representa este contexto). Además, esta mejora nuestro humor y nos hace tener una mayor satisfacción para vivir la vida plena.

La Inteligencia Emocional está compuesta por cuatro grandes pilares:

  1. Autoconocimiento: También llamada la conciencia de uno mismo. Esta es la base de la Inteligencia Emocional.
  2. Autogestión: La manera en como gestionamos nuestras propias emociones y respuestas ante diferentes escenarios. Dentro de este ámbito se encuentra el optimismo, la adaptabilidad, la capacidad de localizar y lograr objetivos y la autorregulación.
  3. Conciencia social: Una vez que transitamos por lo 2 pilares principales ahora podemos conectar con el mundo emocional o modelo mundo de las otras personas. Este pilar incluye la empatía y, a nivel empresa, la conciencia organizacional.
  4. Gestión de las relaciones: La gestión de nuestras habilidades sociales. Engloba la capacidad de inspirar e influenciar, la gestión de los conflictos, el trabajo en equipo y la capacidad de ayudar a los demás.

El 85% de las competencias que las empresas consideran determinantes para definir a un gran líder dependen de la Inteligencia Emocional.

Daniel Goleman


El cerebro influye de una manera enorme en la Inteligencia Emocional. En concreto el Prefrontal Córtex o Corteza Prefrontal y la Amígdala. El primero se encarga de la toma de decisiones, es el lugar donde planteamos y resolvemos los problemas. Mientras que la Amígdala se encuentra en el centro emocional del cerebro, es el detector del miedo que tenemos en el cuerpo. Ambas partes viven en constante tensión. La Inteligencia Emocional es el resultado de la coordinación ágil entre los centros emocionales (Amígdala) y el centro ejecutivo de nuestro cerebro (Corteza Prefrontal).

Hay un par de consejos que Daniel Goleman brindó aquí. Primero, el cómo te explicas lo que pasa, el diálogo interior, la historia que te cuentas respecto a la situación. Hablarte a ti mismo sobre lo que está pasando y reconocer qué es lo que puedo hacer mejor. El segundo, es aplicar el ejercicio de la respiración: inhalar contando hasta 3 profundamente y exhalar en 6 lentamente.

La riqueza de información significa ahora pobreza de atención.

Daniel Goleman

En el mundo actual contamos con multitud de distracciones constantes que nos acompañan en nuestro día a día. Estudios revelan que la irrupción de la tecnología en nuestros días hace que estemos distraídos, de media, el 50% de nuestro tiempo, llegando hasta el 90% según el momento o situación. ¡Me parece sorprendente pero totalmente cierto!

Existe un vínculo entre nuestro rendimiento y nuestro nivel de estrés (cortisol). A mayor nivel de Cortisol peor rendimiento. El Cortisol también sube con la motivación, por lo que un bajo nivel de esta hormona también puede derivar en bajo rendimiento. Hay que encontrar el nivel perfecto de Cortisol para llegar al pico del rendimiento óptimo o zona de flujo.

Para que los líderes sean capaces de crear este estado óptimo de rendimiento en sus equipos es fundamental tener claridad en los objetivos y luego darles libertad para que los logren a su manera, dándoles feedback durante el proceso y ayudando en lo necesario.

El grado de Inteligencia Emocional de los líderes se refleja a la hora de dirigir equipos, pudiendo distinguirse hasta seis estilos de liderazgo principales:

El impacto del estilo de liderazgo en el clima laboral
  1. Líder visionario: Crea el mejor ambiente de trabajo. Proporciona dirección y visión a largo plazo.
  2. Líder como Coach: Desarrolla buenas relaciones con sus empleados. Todos quieren estar a su alrededor.
  3. Líder que crea afiliación: Crea armonía en las relaciones laborales.
  4. Líder democrático: Construye compromiso a través de la colaboración.
  5. Líder que marca el ritmo: Aquel que presiona para que se cumplan las tareas y los objetivos. Es un perfil muy común en las organizaciones y carece de un buen nivel de Inteligencia Emocional.
  6. Líder autoritario: Exige obediencia y cumplimiento.

Los mejores líderes utilizan diferentes estilos de liderazgo según procede, porque entienden que cada persona y cada situación es diferente y requiere de enfoques diferentes. Cada estilo tiene un impacto en el clima laboral.

Una mayor Inteligencia Emocional en las personas implica una mayor satisfacción personal y laboral, un mayor compromiso, mayores sentimientos positivos, mayor rendimiento, mejor salud física y mental y un mejor clima en la organización.

Las organizaciones que tienen un alto rendimiento tienen una serie de características comunes relacionadas con la IE como:

  • comprensión interpersonal
  • Franqueza
  • Autoconciencia de equipo
  • Autoevaluación
  • Responsabilidad
  • Aprendizaje constante

Finalmente, para construir un entorno de negocio emocionalmente inteligente, es fundamental invertir en el desarrollo personal y profesional de las personas ( y las personas inviertan en su propio desarrollo). Es importante integrar la IE en los valores y principios de las compañías, sacando así la mejor versión de cada uno de los miembros del equipo y cada miembro poniendo su mejor versión a disposición de las personas.

¿Cómo sería en una mejor versión? Te invito a reservar tu primera sesión de coaching gratuita, ¡Estaré feliz de verte!

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