Si ya realizaste tu lista de propósitos de este año nuevo y colocaste objetivos tales como:
- Tener tiempo para hacer ejercicio
- Dejar de fumar
- Aprender algo nuevo
- Perder peso y hacer dieta
- Comer saludable
- Salir de las deudas y ahorrar dinero
- Pasar más tiempo con la familia
- Viajar a nuevos lugares
- Sentir menos estrés
- Beber menos
te invito a recordar que los conceptos de propósitos y objetivos son diferentes.
Los objetivos responden a la pregunta de: ¿Qué es lo que quieres lograr? y generalmente son: específicos, medibles, alcanzables, realizables y tienen un tiempo definido:

Mientras que el propósito responde a la pregunta de: ¿Para qué quieres hacer lo que te estás planteando? tomando en consideración el impacto personal y colectivo.
Ahora que ya reconociste la diferencia entre propósitos y objetivos; comparto contigo 4 pasos simples para lograr tus propósitos de año nuevo:
1. Listar los objetivos

¿Qué quieres lograr? Lista todos los objetivos que deseas lograr de aquí en adelante en un cuaderno o en una hoja de Excel para que puedas verlos en perspectiva. Elije cada uno sabiamente.
2. Sectorizar

¿A qué área de mi vida corresponde este objetivo? puedes tomar como punto de referencia los pilares de esta rueda. Si reconoces algunos otros, puedes agregarlos.
3. Reconoce el propósito

Agrega una fila o celda adicional donde puedas responder el ¿Para qué? de cada objetivo. Es sumamente valioso reconocer la relevancia de cada uno. En este punto te darás cuenta si realmente es importante para ti. Si en caso te das cuenta que no, entonces, ¿Vale la pena mantenerlo?
4. Establecer una fecha de inicio y fin

Algún día o siempre, termina siendo ningún día o nunca. Por lo cual, reconoce que todo tiene un deadline.
Adicionalmente, quiero compartir contigo algunos recordatorios para que no abandones tus propósitos:
- Sé lo más específico y claro posible. No te llenes de objetivos.
- Ten esta lista a la mano, en un lugar visible (puedes imprimirlo y tenerla en la última hoja del cuaderno que usas siempre).
- Actualízalo cada cierto tiempo y que esta acción sea con intervalos pequeños.
- Reconoce qué necesitas para lograr cada uno de ellos.
- Empieza de a pocos. Un paso a la vez.
Tener una meta sin un sistema no es una meta completa. Un sistema te dice «cómo lograrlo» en cambio una meta solo te dice «hacia dónde quieres llegar».
Cuéntame, ¿Qué te pareció? Si quieres saber más, te invito a acceder a tu primera sesión de coaching gratuita. ¡Estaré feliz de verte!