La empatía o empatheia significa literalmente «sentir dentro». Es la capacidad de entender a los demás, de percibir sus sentimientos y pensamientos. Está relacionada con la comprensión, el apoyo y la escucha activa.
Una persona empática es capaz de percibir gestos, miradas, tono de voz y en general, el lenguaje no verbal de los demás para reconocer intuitivamente información más allá de lo que se está diciendo verbalmente. Son sensibles a las emociones de los demás y de analizar por qué la otra persona se siente como se siente. Son capaces de respetar las emociones y pensamientos ajenos, aunque ellos no los compartan, y tratan a los demás de forma acorde a sus circunstancias.
«Ponerse en los zapatos del otro» No necesariamente nos hace ser más empáticos. Al contrario, puede que nos haga menos empáticos. Ya que, al haber vivido esa situación, probablemente recordemos el proceso y lo que superamos. Sin embargo, no tenemos esa sensibilidad de aquel que no lo vivió y se lo imagina.
¿Empatía y simpatía son lo mismo? Es valioso reconocer que la empatía tiene que ver con permitir sentir el mundo interior de la otra persona desde dentro y comprenderlo desde la capacidades personales de razonamiento y comprensión, pero sin dejarse llevar por esa emoción. Requiere saber lo que el otro siente, pero sin sentir personalmente lo mismo; es decir, nos abstraemos de nuestro propio sentir para entender al otro sabiendo que nosotros nos encontramos en otro punto. La simpatía, por el contrario, significa sintonizar emocionalmente sin que haya una abstracción de lo que se piensa o siente. Esta diferencia se puede observar en la forma de hablar ante una situación emocional. Por ejemplo, cuando está activada la empatía utilizamos frases como: «me imagino que tiene que ser doloroso, deber ser difícil afrontar todo esto, estoy aquí si me necesitas». Cuando lo que estamos utilizando es la simpatía, decimos cosas como: «A mi me pasó algo parecido, a mi me pasó algo peor, si yo te contase, lo que tienes que hacer es…»
¿Cuáles son los beneficios de elevar nuestra empatía? Existen estudio que demuestran que la empatía se puede aprender, pero esto no es tarea fácil. Requiere que lo integremos como un habito en nuestra vida. No tiene que ser considerada como una capacidad innata, pues es una habilidad que podemos trabajar en mejorarla todos los días para:
- Generar relaciones gratificantes
- Promover la confianza mutua y comprensión
- Respetar y comprender al otro tal y como es
- Conectar con su modelo mundo
A continuación, quiero compartir contigo 4 acciones claves aplicables a tu día a día para empezar a entender, apoyar y escuchar activamente al otro. Una invitación para elevar nuestra empatía a todo nivel y aprender a comprendernos:
1.Crea un ambiente cálido
Prepara el espacio para conectar con la otra persona. Utiliza la sonrisa y sus beneficios a favor de la empatía. En principio, cuando sonríes hasta elevar los pómulos te da la posibilidad de trabajar en tu disposición, en relajarte, en decirle a tu inconsciente que todo está bien a pesar de que estés en una situación con cierto grado de estrés. Por otro lado, al mostrar la parte blanca de los dientes de manera sutil y honesta, estás enviando el mensaje no verbal de ser una persona confiable, amigable, con buena actitud.
2. Escucha conscientemente
Es valioso reconocer que, a menudo, transitamos por 4 niveles de escucha. Es por eso que a continuación, quiero compartir contigo el detalle de cada uno de ellos para que puedas reconocer cuál es el que utilizas con frecuencia. Recuerda que con información, puedes hacer las cosas mejor:
- Oír: Es el nivel más superficial de escucha. ¿Alguna vez te pasó oír a alguien y al mismo tiempo pensar o hacer otra cosa? Pasa que para oír no necesitas prestar realmente atención.
- Escuchar a: Es cuando escuchas desde tu propia experiencia, utilizando la experiencia de esta otra persona para activar tus propios recuerdos. Escuchas con una pregunta en mente: ¿Qué significa esto para mí?
- Escuchar para: Es cuando puedes tener una idea en mente, filtras lo que la otra persona te dice y lo seleccionas para dar una opinión.
- Escucha consciente: Es un nivel de escucha profunda. Aquí, a diferencia de las anteriores, utilizas un mínimo nivel de juicio. Hay un mínimo diálogo interior. Es un nivel en que tu intuición puede funcionar mejor.
Escuchar de manera consciente, desde el lado más amable y honesto es uno de los regalos más preciados que podemos brindarle a los demás.
3. Recapitula en un mini resumen
Muchas veces, nos hemos acostumbrado a recibir o brindar información y damos por sentado que se entendió en su totalidad. Es por ello, que es importante empezar a escuchar de manera consciente a la otra persona sin que medie juicio o distorsión. Luego, poder devolver esta información en modo resumen resaltando las palabras claves de lo que me dijo. Es demasiado valioso recapitular de manera organizada. Finalmente, puedo expresar mi opinión, ya que en este proceso, el interlocutor se ha sentido escuchado y entendido.
4. Adapta tu estilo de comunicación
Es importante recordar que no necesariamente como a ti te gusta que te briden un mensaje, es la misma manera que las demás personas desean recibir inclusive el mismo mensaje.
El DISC define cuatro perfiles de personalidad, que encuadran a la persona en una de las cuatro dimensiones que William Marston definió: dominante, influyente, estable y analítico. Si bien prácticamente nadie tiene un estilo puro (pertenece a una sola categoría), siempre hay una que aparece con mayor predominancia y que define nuestra tendencia a comportarnos de una determinada manera, acorde a ese estilo.
Cada una de las categorías va asociada a una letra (DISC) que a continuación voy a compartir:
D: dominante. Son directos, decididos y asumen riesgos. Son personalidades fuertes, solucionadores de problemas natos, y con alta autoestima.
I: influyente. Son personalidades optimistas por naturaleza. Buenos iniciadores de proyectos, muy capaces de persuadir y contagiar entusiasmo a los demás, habladores y con cierto grado de impulsividad.
S: estable. Se trata del cohesionador de equipo por excelencia. Busca agradar, por eso es bastante predecible. Destaca su capacidad de escuchar y de mediar, el auténtico perfil de «jugador de equipo».
C: analítico. Se guía por hechos, evidencias y datos. Sigue las normas, es ordenado y sistemático, altamente perfeccionista y preciso.
El DISC no establece perfiles ni buenos ni malos, simplemente nos aporta información sobre puntos fuertes y débiles, sobre potencialidades y necesidades de mejora. Nos da información sobre nuestras preferencias a la hora de actuar e interactuar.
Conocer a las personas con las que nos relacionamos puede resultar muy útil. Tanto en la vida personal como profesional, entender el mundo interno del otro facilita la comunicación y nos invita a trabajar en nuestra adaptación. Si quieres conectar con las personas y construir confianza, es fundamental empezar a adaptar tu estilo de comunicación de acuerdo a cada uno de ellos. ¿Con qué área te identificas más?¿En qué área se encuentra la persona o cada persona a la cuál quieres brindarle el mensaje?
Empatía es la capacidad de sumergirse en el mundo emocional del otro… sin ahogarse en él
Otros tips adicionales que podrían funcionarte para seguir trabajando en tu empatía:
- Leer novelas o biografías para conocer y conectar con las historias de otras personas
- Sal de tu zona de confort: conoce nuevos lugares, personas, etc.
- Cuando estés en talleres o webinars participa activamente
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Bibiliografía:
- Joseph O’Connor – «Coaching con PNL: guía práctica para obtener lo mejor de ti mismo y de los demás»
- Dalia Díez – Educar en inteligencia emocional
