¿Si te pidiera hacer una lista de todo lo que amas, cuánto tiempo tardarías en mencionarte a ti mismo? Recordemos que para amarnos a nosotros mismos necesitamos conocernos con sabiduría, honrando nuestra presencia y sabiendo quienes somos. Preguntarte: ¿Quién soy? Es imposible amar a lo desconocido.
Nuestra seguridad influye en las decisiones que tomamos en la vida a diario. Aceptarnos, cuidarnos y querernos tal como somos parecen acciones fáciles pero cada vez representan un reto para un mayor número de personas.
Este pilar es fundamental para lograr nuestros objetivos personales y profesionales. Si sientes que tu confianza y seguridad no están estables o en el lugar donde te gustarían, un proceso de coaching podría ayudarte en ese proceso. La clave está en el autoconocimiento. Nadie puede gestionar lo que no conoce. Por eso, en nuestros programas profundizamos en el primer pilar de la inteligencia emocional, descubrimos las creencias que te acompañan, validamos las emociones y reconocemos los patrones que te están limitando en tomar mejores decisiones en todos los aspectos de tu vida.
A continuación, quiero compartir contigo 7 acciones claves que puedes empezar a realizar para fortalecer la relación contigo mismo de este momento en adelante:
1.Empieza a vivir espontáneamente
Aunque nos gusta todo estructurado, intentemos incorporar en el día actividades espontáneas sin tanta programación, establecer espacio para actividades nuevas, ¿Qué tal una actividad nueva al mes? Al terminar el año tendrás 12 nuevas experiencias de vida que te regalaran la oportunidad de conocer un poco más de ti. Lo que te gusta, lo que no, tu manera de accionar y descubrirte.
2. Cuida tu cuerpo con consciencia
Esto no tiene que ver con dietas, restringir alimentos específicos o un estándar de «cuerpo perfecto». El enfoque es elegir aquello que te eleva la energía, te hace sentir mejor y te nutre. También tiene que ver con lo que eliges, con lo que haces y con los pensamientos que tienes sobre ti. Ritualizar las elecciones cada día. Vivir un día a la vez. Pensar, ¿Qué es lo mejor para mi cuerpo hoy? De algún modo es decirnos a nosotros mismos «Yo importo». Elegir en coherencia con lo que quieres ver reflejado en tu vida. Ser consciente de lo que haces para ti. Lo que decimos, lo que hacemos, lo que consumimos, lo que pensamos, lo que nos ponemos y lo que elegimos. Trátate como la persona más importante. Todos los días, al mirarte al espejo, siéntete a gusto con la imagen que ves ahí.
3. Comparte tu tiempo con sabiduría
¿Con quienes te relaciones con frecuencia? Hay personas que llegan a nuestra vida como maestros. La conexión con otras personas es necesaria. Hablar con personas que nos hacen crecer. ¿Hay personas a las que tienes que insistir para verse? A mi también me ha pasado. En definitiva, esas relaciones no son sanas. Es una señal para que empieces a invertir tu tiempo, esfuerzo y energía con personas donde encuentras reciprocidad.
4. Reduce tu tiempo en las pantallas
Muchas veces hemos pensado que no tenemos tiempo. En realidad, hay una inversión de tiempo en actividades o espacios que no siempre están alineadas a nuestros objetivos del día, del mes o del año. Un ejemplo es estar 7 horas del día en la pantalla del celular. Aunque no es en horas de corrido, a muchas personas les pasa que desde el momento en el que empieza el día hasta que termina, lo primero y lo último, es ver el celular. Podríamos empezar por utilizar esos espacios para estudiar, leer, escuchar podcast o escribir. Algunas veces terminamos sobre cansados el día y tiene mucho que ver con la sobre estimulación que nos genera estar tanto tiempo en las pantallas.
5. Reconócete con compasión y gratitud
Abraza tus errores con una mirada de aprendizaje. No te juzgues. Pregúntate, ¿Qué podemos hacer mejor de este momento en adelante? El pasado ya no lo podemos gestionar. Es valioso los espacios de reconocer nuestros errores para reconocer el aprendizaje. Una mirada compasiva de aceptación, aprendizaje y crecimiento. Es un loop que no se acaba nunca. Muchas veces tenemos claro el ser agradecido con los demás. Sin embargo, ¿Cuántas veces nos agradecemos a nosotros mismos? Escríbete una carta: «_____(tu nombre) gracias por acompañarme cada día. Estoy orgullosa por ser la persona que soy. Me siento agradecida ya que he superado y reconocido el aprendizaje en cada reto que se me ha presentado y ahora soy alguien más segura, fuerte y valiente. Hoy me siento plena y feliz».
6. Regala cumplidos a otros
Los regalos son una muestra de lo mejor que tienes para dar al otro. Los regalos, los cumplidos tienen mucho que ver con lo que eres y con lo que tienes. Amor propio no solo significa hablar de ti y sobre ti. También tiene que ver con la capacidad que tienes para dar amor a otros.
7. Que tus decisiones reflejen tus esperanzas y no tus miedos
Muchas veces dejamos de hacer lo que queremos hacer por miedo. Intentamos hacer nuevas cosas por miedo y por lo que dirán. Es mejor utilizar el «Y si…» en positivo, usualmente lo hacemos en proyecciones negativas. La única manera de superar los miedos es tomando acción. ¿Tienes miedo a dar a conocer tu opinión? Da a conocer tu opinión. Piensas «¿Y si sale todo mal?» y por qué mejor no hacer el cambio por «¿Y si sale todo bien?».
Eres magia. Disfrútate. Comparte tu tiempo con sabiduría. Con la misma que empezarás a cuidar tu cuerpo. Menos tiempo en las pantallas, más en libros y con personas vitamina. Que tus decisiones reflejen tus esperanzas y no tus miedos. Empieza a regalar cumplidos a diario. Mírate desde el amor.
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