Cuida tu mente, cuida tu vida: 3 acciones diarias

¿Qué nos distingue de otras especies? Nuestra capacidad de hacer un mejor uso de nuestra inteligencia, la capacidad de soñar, imaginar, tomar decisiones y poner en contexto nuestras emociones para saber qué hacer con ellas.

A diario nos acompañan rutinas que, de algún modo, nos generan bienestar: orden, limpieza, alimento, descanso y más. De la misma manera, es valioso empezarle a dedicarle tiempo a cuidar de nuestra mente todos los días.

La higiene mental se parece a lo que hacemos con las computadoras. Si el programa de antivirus nos muestra una señal de alerta, inmediatamente realizamos alguna acción para que el virus no se instale.

Ismael Cala

El secreto del equilibro en la vida humana radica en empezar a dedicarle tiempo, enfoque y energía a entrenar la mente. Muchas personas no se preocupan por cuidar de ella. Este es el mejor momento.

Hace unos días leía a Ismael Cala y él decía que algunas personas terminan siendo analfabetos emocionales y no entienden cuáles son sus emociones, ni como administrarlas. Por eso siempre les cuento que un proceso de coaching individual es un regalo, un valioso autoregalo y camino de aprendizaje de la persona más valiosa que te va a tocar conocer en la vida: tú.

Nadie puede gestionar lo que no conoce, con información podemos hacer las cosas mejor.

A continuación, quiero compartir contigo 3 acciones diarias que puedes empezar a realizar desde hoy siendo conscientes que cuidar de nuestra mente es tan necesario como cuidar nuestra vida. Es importante gestionar nuestras emociones y será valioso empecemos a trabajar en el proceso.

1. Empieza el día escribiendo

Todas las mañanas al levantarte, escribe todos los pensamientos que vengan a tu mente en una hoja en blanco o en el block de notas del celular. Realizar este ejercicio diariamente, te ayudará a desbloquear todos los pensamientos que vengan a tu mente antes de empezar el día. No solo se trata de escribir cosas «malas» o «negativas», también puedes escribir todo aquello que desees agradecer. Puede que lo que escribas tenga sentido o no, realiza la dinámica con un mínimo nivel de juicio. No mires todos los días lo que escribes. Al séptimo día, puedes hacer una revisión general.

Trata de sostener este ejercicio como un hábito. De esta manera te regalas la oportunidad de iniciar el nuevo día con una mejor disposición hacia la vida.

Una mente que va hacia lo negativo esta sesgada, nublada y llena de prejuicios.

Ismael Cala

2. Termina el día agradeciendo

Todas las noches al cerrar el día, escribe al menos 5 razones por las cuales te sientes plenamente agradecido o agradecida. Cada noche trae a tu mente aquellos momentos del día que te generan esa sensación de gratitud. No es necesario agradecer cosas gigantes o hitos: estar con salud, tener herramientas de trabajo, agua, luz, poder respirar, el plato de comida, tus buenas ideas, tener a tu familia sana, ser buena persona,etc. son algunas razones que muchas veces lo damos por sentado, ¿Por qué no empezar a agradecerlo todo hoy?

3. Dedícale tiempo a respirar de manera consciente

Prestar atención plena a nuestra respiración nos invita a conectar con todo lo que está pasando aquí y ahora. Generalmente nuestra mente está entre lo que pasó o lo que quisiéramos que pase. Esta es una invitación a traerla al momento presente. ¿Cuándo puedes empezar? Prestar atención plena a tu respiración ayuda a recargar energía y también ayuda a gestionar mejor el estrés.

A continuación comparto una guía práctica de 5 pasos simples según el libro de Inteligencia Emocional – Resiliencia de Harvard Business Review:

  1. Encuentra un lugar tranquilo y a solas donde puedas evitar las distracciones durante unos minutos. Por ejemplo, enciérrate en tu oficina y silencia el teléfono.
  2. Siéntate cómodamente, la espalda recta pero relajada.
  3. Concentra tu conciencia en el acto de respirar, permaneciendo atento a las sensaciones de la inhalación y la exhalación, y empieza de nuevo con cada nueva respiración.
  4. No juzgues tu respiración ni trates de cambiarla de ninguna manera.
  5. Considera todo lo que venga a la mente como una distracción (pensamientos, sonidos, cualquier cosa). Deja que se vaya y presta atención nuevamente a tu respiración.

Dedícale tiempo a la persona más valiosa que te va a tocar conocer en la vida.

Cuando empiezas a cuidar de ti, comienzas a sentirte mejor, a verte mejor y enfocarte en lo que realmente quieres en tu vida. Todo empieza por ti. Eres responsable y protagonista.

¿Quieres saber más? Accede a tu primera sesión de coaching gratuita. ¡Estaré feliz de verte!

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